Una artista extensión,
es quien se adapta a la situación,
que pinta desde la intuición,
quien recibe un carbón, una camisa y al son de una canción,
saca de adentro una creación,
y luego con desprendimiento la entrega con amor.
Los pies y las manos son la herramienta de la que se vale el cerebro para poder tomar contacto con las cosas y crear, de los que se vale el sentimiento para expresarse; uno puede mentir con las palabras pero las manos no mienten y la creación del artista solo genera una correspondencia significativa entre amor, tacto y dedicación.
Uno puede llegar tarde al dentista, a la misa pero no a la proyección de una película, no solo por interrumpir el silencio, es por perderse parte del contexto.
Enamorarte a primera vista.
Reírte con una caída.
Visitar la estratosfera con elevamiento de pupilas.
Conocer un buen amigo en la silla contigua.
Escuchar la historia de una abuela que superó las ruinas.
Hacer un contacto para tu nueva película.
Mirarte las uñas, acariciarte el pelo o masajearte las rodillas...
Varias lecciones aprendidas de mi buena amiga dolorida. Escultura, pintura, poesía todo para decir que las mujeres que enamoran son las que crean fantasías, las mujeres que duelen, porque si el amor no duele, es una mentira.