Amiga dolorida

Jesús murió para librarnos del pecado, Magdalena nació para enseñarnos que no todo es pecado.

Amiga Magdalena, no de la que salieron siete demonios según Lucas, no, te hablo a ti pequeña muerta. Es bueno recibir felicitaciones de cumpleaños y antes de que se acabe el día voy a mostrarle a mis amigas, el día que tú y yo bebimos tequila.

Hace menos de un mes caminaba sola en Coayacan, esperaba que abrieran las puertas de la Casa Azul, quería hablar con ella a solas, porque cuando dos amigas se cuentan secretos pueden terminar dándose un beso.

Ella era Magdalena Carmen Frieda Kahlo y Calderón, desde 1935 simplemente “Frida”, entré a su cocina, pagué para poder hacer fotografías. Ella es de esas mujeres que sabían tomar la iniciativa, seguramente condenada como la esposa de Jesús en la misma esquina, pero de qué valen los comentarios de hoy si pasados los años se irán conquistando sus demandas y como himnos serán cantadas sus alabanzas. 

Varias lecciones aprendidas de mi buena amiga dolorida.  Escultura, pintura, poesía todo para decir que las mujeres que enamoran son las que crean fantasías, las mujeres que duelen, porque si el amor no duele, es una mentira.