Cuando los fetos en el vientre aún son asexuales, desarrollan los pezones, ósea que antes de formarse penes o vaginas, crecen esos botones que fisiológicamente no son más que una forma evolutiva de mantener viva la descendencia a través de la lactancia.

 

  Las mujeres nacemos con pezones para amamantar y en los hombres funcionan como dos pendientes de gancho que hacen más visibles sus músculos pectorales, pero más que eso después de tirar los “push up” y no tener aún una experiencia como madre, he querido darle un valor casi celestial a la presencia de dos manchas con protuberancias que facilitan el placer corporal y que la sociedad ha querido mantener escondidas, atrapadas en telas elásticas por si desean escapar y censuradas en todos los lugares, incluso virtuales.

 

  En mi casa caminábamos desnudos, yo me bañé con mi papá hasta cuando tenía conciencia, ellos no fueron propiamente hippies pero la paz y el amor estaba evidenciado en la libertad de sus acciones, siempre fui la “exhibicionista” del grupo de amigas, a primera vista alguien podría decir que era el deseo de ser observada, pero meticulosamente creo que era el deseo reprimido de volver a la infancia de casa donde caminaba desnuda sin mucho temor, pudor o necesidad de esconder.  

 

Es que uno crece y tiene que empezar a esconderse, a taparse hasta el cuello, a ponerse materiales elásticos en calzones, brasieres, pantaloncillos y medias, paralelamente se van formando ideas de que el sexo prematrimonial está mal visto,  de que el sexo en personas con el mismo órgano sexual también,  inhibiciones, eufemismos como llamar “miembro viril” al pene y oscuros complejos que nacen de observaciones excesivas en espejos, esa sensación de querer apagar la luz cuando vamos a tener sexo con alguien, de ponernos una salida de baño para ocultar las celulitis que no solo salen por tomar Coca-Cola, esa opresión de sujetadores que llevan arriba las tetas que no se resisten a la ley de la gravedad.

 

 

  Un día mandé a la mierda los elásticos, primero los sostenes y luego los calzones, exceptuando los días de la mestruación en donde debo buscar un soporte entre mis piernas para acomodar compresas de algodón.  “Mujeres sin sostén” no es una invitación a que te quites lo que no te estorba, es solo reconocer lo que no hace falta en tu vida para quitarlo, incluyendo parejas que maltratan tu seguridad, o jefes que asustan tu plan futuro, quitarse el sostén es la muestra de que puedes vivir sin algo que antes pensabas, era imposible.

 

  ¡Qué lo imposible se vuelva plausible!

Hacemos parte de organizaciones que motivan a otras mujeres a movilizar sus cuerpos.

 

"La pasión te lleva a donde la razón no imaginaba" Creatininas.


Parla Italiano? Si.


Creative Commons License
Blog creatininas by http://www.creatininas.com/ is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.
Based on a work at http://www.creatininas.com/.
Permissions beyond the scope of this license may be available at http://www.creatininas.com/.