Enamorarte a primera vista.
Reírte con una caída.
Visitar la estratosfera con elevamiento de pupilas.
Conocer un buen amigo en la silla contigua.
Escuchar la historia de una abuela que superó las ruinas.
Hacer un contacto para tu nueva película.
Mirarte las uñas, acariciarte el pelo o masajearte las rodillas.
Las mejores historias son las que pasan a partir de la "casualidad" y sin estar entretenida.
Estás viajando solo, esperas el embarque o tienes tiempo de tomarte un té con miel de arce, antes de que la pantalla te anuncie la sala, pon en modo avión el teléfono, enclaustra la carcaza, levanta la mirada y haz antesala a lo que podría ser el hecho que amerita tu estancia, las mejores cosas que te sucederán serán cuando estás viajando con la compañía exclusiva de tu maleta, la gente te habla, te pregunta, te abraza si no tienes tu mirada empeñada; no seas el espectador de la vida de otros a través de pantallas, una vez que salgas de casa, vive atento a las señales sagradas que la naturaleza te habla, los muertos retornan en las voces y las miradas extrañas, nos traen mensajes que en ese momento estamos necesitando.
No todo se comparte como primicia con las redes de sonámbulos; en los aeropuertos y las estaciones de tren están los espíritus de antaño, mira lo raro, analiza lo cotidiano, da las gracias por tus contactos, pero apárcalos mientras hueles la gente que pasa por tu lado. #creatininas #upcreatininas
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